Dónde está la felicidad

24 08-2005

Mucho se puede discutir acerca del estado de la felicidad.
Tuve un amigo que insistía en que era imposible encontrarla, ya que se trata de algo tan elevado y portentoso que ninguno de nosotros (seres menores al fin y al cabo) era lo suficientemente puro como para acercarse y degustarla siendo nuestros corazones completamente ciegos a las sutilezas de los caminos que conducen a ella.
Yo sin embargo siempre me incliné por sentir la felicidad como algo más cercano, como un elemento esencial en la risa, en la inspiración, en los momentos de lucidez…

Y cada uno tiene su propia teoría para acercarse a lo que todos conocen y muy pocos saborean…
¿Quién no malgasta su vida? ¿Qué es lo que hay que hacer? ¿Cuántos de nosotros no seremos ni la mitad de lo que somos en unos años?

Me cruzo a diario con hombres medio zombies, casi muertos, fracasados de vivir… no sé porque tengo que entender todo lo que otros ya saben y podrían explicarme. Nadie va a recompensarme por haber evitado tantos baches, no habrá más que otros que piensen que pueden vivir eternamente por encima de mis hombros. Pero ellos son los que pierden, los que se pudren más rápidamente con sus vidas complicadas. Se acarician la piel arrugada y no entienden las briznas de hierba ni las miradas de los gatos.

Todas las personas importantes que crecen a la sombra de quienes fueron grandes antes que ellos, se van marchitando las vísceras por dentro. Y quieren que les sigamos, como soldados rasos en sus guerras sin sentido.

Yo quiero abandonar.

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