Réplicas vivientes
Hay una enfermedad psicológica que consiste en ver la imagen de uno
mismo fuera de su cuerpo.
Si tú le miras, la imagen te mira… Lo normal es que la imagen repita de
forma especular lo que tú haces. Hace poco, comentando esto, me
dijeron que esta enfermedad que a mí me parecía tan terrorífica, no
tenía por qué serlo, que seguramente el ser humano era capaz de
adaptarse, que puedes llegar a aceptar a tu réplica sentada a varios
metros de ti, desayunando en el vacío. Pero, no sé. Puede ser que
alguna vez pienses que la otra figura deja de imitarte… que de repente
te mira, con una mirada que tú eres incapaz de reconocer. Podría ser
que alguna vez tu imagen quisiera tomar el mando de tu vida y
apartarte, convertirte a ti en su espejo viviente. Sin ninguna duda se
podría dar el caso de que pese a todo lo que se tiene, pese a todo lo que
se es, a pesar de lo valioso que es un ser humano... absolutamente
todo (lo que supo, lo que adivinó en los ojos de sus amigos, la ilusión
que sintió cuando se cumplió alguno de sus sueños, los proyectos que
tenía para sí, los ideales que le hacían sentirse vivo, el amor que sintió
una sola vez...) todo esto y lo que le hizo feliz pero ni si quiera pudo
descifrar quedaría oculto y pueda decirse que prácticamente no existe,
porque él no es más que la vacía réplica de su absurda imagen.
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