Missin' Japan

Sueño muchas veces que vuelvo a estar en Japón. Volvemos de viaje y de pronto me siento muy contenta de estar otra vez allí.
Es raro, pero en un sitio tan diferente a España no me sentí nada lejana. Todo lo contrario. Quizás sea normal esa sensación de comodidad que da el aislamiento, el que nadie te conozca ni te entienda.
El caso es que he estado revisando templos que vimos y lugares singulares, para contar algo de algún sitio, pero después he pensado que ya hay millones de blogs de gente que ha estado en Japón y ha hecho miles de millones de fotos y se sabe la leyenda de mil millones de sitios.
Sin embargo, me acuerdo mucho de un edificio y no he visto mucha gente que hablara de él (ahora que he buscado fotos, si que hay mucha gente que habla de él, pero bueno). Es el Solar Ark de Sanyo:



Este edificio se ve cuando vas en tren entre Tokio y Kioto, en la JR Tokaido Line. Es sorprendente, porque el paisaje de todo el trayecto es bastante monótono (aparte del Monte Fuji, que se puede ver cuando no está muy nublado, a la salida de Tokio), y de repente aparece este monstruo de 315 m de largo y 37 m de alto en los extremos. Tiene cuatro puntos de poyo, en su zona central y como son bastante finos, parece que está flotando en el aire.
Toda la estructura está cubierta con paneles fotovoltaicos y que producen anualmente 530. 000 kW·h.
El edificio es un museo de la energía solar, con actividades en su interior y exterior, ojalá pudiéramos permitirnos llevar a mis alumnos a verlo (creo que la excusa del museo no colaría para hacer un viaje a Japón).



1 comentarios:

Groilés dijo...

La verdad que es impresionante. Aunque lo que más me chocó fue que Sanyo siguiera existiendo y que fuera tan importante, aquí está completamente desaparecido